miércoles, 8 de diciembre de 2010

Papaya de Celaya



Tengo un loco gusto por la papaya, y no me refiero a la parte femenina como así la nombran algunos, sino al aroma que desprende la exquisita fruta. Casi siempre después de echarme un palito no puedo controlar las ganas y me levanto de la cama para ir al refrigerador a sacar algunos de los trastes que guardan mi preciado tesoro de papaya rebanada. Al meterla y saborearla en mi boca por fin siento completo mi orgasmo, aunque minutos antes haya eyaculado casi un litro de semen. Cuando mis dientes trituran la suave fruta siento que toco el cielo, gozo de forma multiorgásmica sentir cómo resbala la masa triturada por mi garganta. Estoy confundido, no sé si me gusta más la papaya que el papayón. En pocas palabras, me encanta la papaya, aunque no sea de Celaya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario