miércoles, 13 de julio de 2011

Parada...


Igual que con las inyecciones médicas, no me gusta que me metan la pistola cuando estoy acostada, sólo me orgasmeo cuando me la meten parada, y no me refiero a que esté bien firme la reata, sino a que me la tienen que introducir cuando estoy de pie. Parada me gusta más, no tolero que Rafael (aunque insiste mucho) se me monte y me ponga de espaldas planas, se me figura que él puede perder el conocimiento mientras me lo hace y que caería sobre mi diminuta humanidad; él se agita mucho cuando fornicamos y temo que un paro cardiaco fulminante lo haga aplastarme. He aprendido a ser flexible para que mi hombre me la meta estando de pie y, siendo sincera, le he empezado a agarrar sabor a la posición, pues disfruto que me la meta hasta el fondo mientras con su otra mano le da pellizcos a mi clítoris.

No hay comentarios:

Publicar un comentario