lunes, 15 de junio de 2009

Una de spiderman

Soy una chica joven de veintinueve años y me encuentro en una disyuntiva: no sé si me he convertido en una lujuriosa cibernética.
Tengo dos hijas y un marido inconforme. Hasta hace poco una rutina tranquila me bastaba para no dar rienda suelta a todas mis anhelos personales. Yo podía sacrificar todo por mi familia hasta el día que empecé a sospechar que mi marido mantenía amoríos con una compañera de trabajo.
Eso me desalentó, pero me animó a conocer a fondo a uno de mis compañeros de trabajo que tiene mucha habilidad para las acrobacias, por lo que le dicen el Spiderman, razón por la cual lo nombraré Peter Parker, y yo por supuesto seré la versión femenina arácnida, es decir, Jessica Drew.
Una noche después de que mi marido se fue a dormir sin siquiera darme un beso mientras yo trabajaba en la computadora me encontré a Peter en el messenger y empezamos a charlar. La plática era banal hasta que comenzamos a recordar el día que nos tocó trabajar juntos hasta noche y tuvimos la osadía de besarnos y tocarnos.
La conversación subió de tono y yo empecé a excitarme por la forma en que comenzó a relatar cómo me habría penetrado aquella ocasión.
Peter Parker: "Ese día me hubiera encantado acariciar tu cuerpo, besar tu espalda, acariciar tu cabello, tocar tus caderas con mis labios, llegar a tu vientre, disfrutar tus senos con mi lengua... besarte todo, hasta tu entrepierna. Tenerte desnuda sería un gran deleite... desearía sentirme dentro de ti".
Jessica Drew: "Eso me agrada, tiemblo sólo de pensarlo... ¿qué más me harías?".
PP: "Si estuvieras aquí, te besaría los labios muy suavemente mientras tú me acaricias. Siento cómo sube el calor de tu cuerpo, de tu aliento... tu respiración se acelera".
JD: "Me recorres con tus labios y haces que mi cuerpo se estremezca, quiero que me hagas sudar mientras siento cómo entras a mi cuerpo y acaricias mi cuello. Los movimientos de tu cadera son más acelerados... Creo que mejor ahí la dejamos, me estoy ruborizando".
PP: "Estoy muy excitado, no pares...".
JD: "Síguele tú...".
PP: "Te abrazo y te levanto, tú me permites entrar a tu cuerpo cada vez más deprisa mientras te beso frenéticamente. Te siento mía cada vez que te contraes cuando entro en ti. Estamos muy sudados y tú decides montarte en mí, te mueves suavemente. Estoy a punto de venirme y me salgo para besar tu pubis... mi lengua comprueba que está húmedo y muy caliente. Tú rasguñas mi espalda".
PP: "Sientes cómo me vengo dentro de ti y te convulsionas de placer, pues tú también tienes un orgasmo... Todo es tan caóticamente excitante. Mi pene está muy rígido... Oye... de verdad estoy muy excitado... tengo que terminar...".
JD: "Yo también, me voy desquitar cuando te vea, haré realidad cada palabra que me has contado. Sueña conmigo...".
PP: "Eso haré...".
Su relato me puso muy excitada, en mi mente sólo tenía la idea de que alguien me poseyera, incluso mi marido. Entré a la recámara para seducirlo a toda costa imaginando que era Peter el que hacía su telaraña en mí, pero mi deseo se apagó al ver que mi hombre estaba profundamente dormido con unos ronquidos que daban miedo.
Jessica:

No hay comentarios:

Publicar un comentario