martes, 1 de febrero de 2011

Boca de terciopelo


Soy sastre y entre tantas tareas y texturas mi mente ha fabricado un sueño recurrente: al cerrar los ojos y dormir imagino que me fabrico una mujer. El sueño siempre comienza más o menos igual, me veo sentado frente a una máquina de coser con pliegos y pliegos de tela suave de mujer, tersa, blanca y lista para ser cortada y cosida por mis experimentadas manos. Manipulo la piel y con precisión de relojero me confecciono una mujer de dimensiones de diosa para mis pasiones. Le pongo senos grandes y redondos, nalgas firmes y abultadas, caderas estrechas y suaves, le coso con botones negros ojos profundos y con terciopelo rojo le diseño la boca. Es una bella creación, una mujer de colección primavera-otoño. Disfruto mi sueño, dormido siento mi erección, mi piyama incluso está húmeda, pues he empezado a lubricar, pero justo cuando estoy dispuesto a penetrarla, a disfrutar de mi creación, despierto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario