miércoles, 24 de agosto de 2011

Matamosqueda


Siempre me he considerado un hombre conservador y de costumbres. Asumo reglas muy impuestas y desde que tengo uso de memoria siempre me tomo el jugo de naranja antes que el café.
Me encanta la rutina, siempre me levanto a la misma hora, del mismo lado de la cama; siempre después del champú me afeito, y justo antes de terminar de ducharme, cuando empieza a enfriarse el agua, me masturbo.
Tengo cuarenta y tres años y soy feliz a mi manera. No creo en el matrimonio y busco el placer carnal en el sexoservicio, desde hace años me veo cada quince días con Tifany, ella hace que mis testículos queden vacíos y yo termine rendido de placer en la cama después de dos horas de servicio.
Tifany posee grandes tetas, a mí me gusta apachurrárselas mientras se la meto en la tradicional posición del misionero. Casi siempre logro eyacular a los cinco minutos de haber empezado la penetración. Después de media hora de reposo cambio de pose y se lo hago de chivito al precipicio, siempre esas dos posiciones me hacen quedar rendido de placer.
Ese día hacía mucho calor en el cuarto de Tifany. Que viva en la azotea no ayuda a que la habitación se mantenga fresca, pues se acumula el calor, aún peor en un día caluroso después de llover, así que el bochorno un día alborotó a las moscas.
Mi obrera sexual estaba empeñada en que yo cumpliera mi dotación sin atrasos, pero yo no podía concentrarme del todo, pues los insectos que volaban a mi alrededor me distraían. Ya estaba descargando mi pene por detrás cuando de pronto algo distrajo mi atención, una de las pompas de Tifany tenía un lunar artificial con patas, una mosca estaba parada justo en la curvatura de su blanca nalga.
Sin pensarlo mucho tomé el matamoscas que se encontraba a un lado de la cama y de un golpe certero acabé con la infame mosca. Ver su cadavercito embarrado en las nalgas de mi compañera y escuchar a la par el quejido de dolor de ella provocaron que me viniera a chorros.
Desde entonces el matamoscas forma parte de mis juguetes sexuales. Las nalgas de mi amazona de placer quedan cuadriculadas y adoloridas cada vez que termino de eyacular.

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