miércoles, 5 de octubre de 2011

Lampiña...



Tengo serios problemas con los peluches, tan me he obsesionado con rasurarme todo que incluso ya tengo irritado el pubis de tanto que me paso el rastrillo por la zona. Desde que vi una película porno con chavas totalmente rasuradas me nació la idea de quitarme los vellos. La idea de verme como colegiala me hizo retorcerme de placer y esa misma noche lo hice con Carlos, mi galán; a él le gustó que lo sorprendiera, se vino a chorros sobre mi monte de Venus despelucado. El problema es que a mí se me ha hecho obsesión no tener peluche en el estuche y todos los días me paso la máquina de rasurar, pero mi delicada piel ya tiene granitos y está muy irritada. Qué hago, pues todos se quejan: mi hombre, porque le pican mis púas, y mi anatomía, porque arde cada vez que despeluco el área.

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