viernes, 6 de enero de 2012

Pulcritud

Me llamo Mayra y parece que tengo una terrible manía por el jabón. No puedo controlar mi sentimiento de culpa y cada vez que algún machín me la mete por el ano corro a lavarme la parte trasera a conciencia, pues temo que el castigo del Creador caiga sobre mi existencia por usar el orificio de defecar como agujero de placer carnal. Soy adicta al sexo anal, no hay compañero de cama al que no le pida que termine su faena empujándome los frijoles, es decir, que me meta su fierro por la de cagar. Aunque esto me gusta mucho y lo disfruto enormemente, no puedo controlar el sentimiento de culpa que me ocasiona este acto, por lo que tengo siempre que lavarme la cola muy cuidadosamente. Temo que me caiga una infección o sida por caliente y pecadora, mi preocupación es tanta que incluso he pensado que estaría más libre de culpa y más limpia mi parte posterior si la lavara con un detergente suave y un lavamamilas para erradicar cualquier residuo de semen.

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